Mucho bombo, poca chicha

Perfecto si buscas una escapada económica, con habitaciones limpias y espaciosas. El desayuno es excepcional por solo 3€, ¡el zumo natural y el café son un must! Ubicación central, ideal para salir a tapear, pero el ruido de la marcha puede ser un problema para descansar. Repetiría solo si no busco tranquilidad para dormir.

cerca de la playa y muchos bares para tapear

tuve una experiencia muy agradable, especialmente porque la ubicación me permitió pasear fácilmente hasta la plaza de María Pita, que está a menos de 10 minutos a pie, y disfrutar del desayuno por solo 3€, que incluía un delicioso zumo de naranja natural y café, perfecto para comenzar el día con energía, aunque podría mejorarse la insonorización de las habitaciones para descansar mejor.

La ubicación es perfecta para explorar la ciudad.

La ubicación es ideal, justo en el centro de A Coruña.

La limpieza en mi habitación dejó mucho que desear. Las toallas eran escasas y la papelera no tenía bolsa, lo cual se sentía antihigiénico. Además, el personal de recepción no fue muy amable ni estuvo disponible para resolver mis inquietudes.

La limpieza de las habitaciones es excelente, cambiaban las toallas cada día y olían muy bien. La ubicación está super cerca del centro, en un lugar muy bueno. Además, el desayuno por solo 3€ es un gran punto a favor, con café muy bueno y zumo natural.

Absolutamente nada.

Pasamos unos días increíbles con amigos, visitando la playa y disfrutando de tapas en los bares cercanos. La ubicación es genial, cerca de todo. Además, el espacio para aparcar en la calle fue práctico para dejar el coche y explorar. Definitivamente lo recomendaría para una escapada divertida.

Tuve un problema con el ruido de la limpieza que se escuchaba temprano en la mañana, lo que nos dificultó dormir bien después de las salidas nocturnas.

Perfecto para explorar A Coruña

Me encantó la ubicación, justo en el centro y muy cerca de todo lo que necesitaba. La atención del personal fue excepcional, especialmente de la recepcionista que me ayudó con todas mis dudas. La habitación era espaciosa y estaba limpia, aunque el baño podría usar una mano de pintura para modernizarlo. En general, tuve una buena experiencia, pero la insonorización podría mejorar para una mejor calidad de sueño.

El Nido es como un abrazo acogedor después de un largo día. Sus habitaciones son tan espaciosas que podrías tener una fiesta de baile improvisada. Además, la ubicación es espectacular, a un paso de la playa y rodeado de bares y restaurantes, ¡ideal para salir a explorar la ciudad!

Acceso algo complicado

La habitación era amplia y espaciosa, perfecta para relajarse después de un día explorando la ciudad. El desayuno fue un gran acierto, especialmente por solo 3€, con un zumo de naranja natural delicioso y café que me encantó. me gustó la cercanía al centro, lo que facilitó visitar lugares de interés a pie.

La insonorización de las habitaciones podría mejorar.

La habitación era amplia y siempre estaba limpia, lo que fue un gran punto a favor. La ubicación es excelente, cerca de todo lo que necesitas. Sin embargo, el ruido entre habitaciones podría mejorarse y el desayuno podría tener más variedad. Aun así, el zumo recién exprimido fue un buen detalle.

Disfruté de una buena estancia, especialmente del desayuno por solo 3€, con café excelente y zumo de naranja natural. La limpieza diaria fue impecable. Definitivamente, volvería.

La ubicación es excelente, muy cerca de la playa y bares. Sin embargo, se escucha mucho ruido de las otras habitaciones.

La ubicación es inmejorable, justo en el centro de la ciudad, cerca de la playa de Riazor. A pesar de que las instalaciones necesitan una renovación, el lugar está limpio en general y eso siempre es un alivio después de un largo viaje.

Sin embargo, había varios detalles que me molestaron durante mi estancia. La cisterna del baño estaba rota, goteando constantemente, lo que generaba un sonido continuo que resultaba bastante incómodo. El baño era anticuado y se notaba el mal mantenimiento, con pinturas que trataban de ocultar las cañerías en mal estado. En la habitación, la manivela de la puerta estaba rota, por lo que tenías que usar la llave cada vez. Las almohadas eran muy incómodas y las sábanas tenían pelotitas. Además, la limpieza dejaba que desear en algunos aspectos, y el ruido de los pasillos y otras habitaciones era bastante evidente, lo que dificultaba descansar adecuadamente.